Primer Día de Oración Mundial
Motivo de Oración: Orar por nuestra condición espiritual.
Texto clave: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, justicia y
de Juicio” Juan 16:8
“Cristo prometió el don del Espíritu Santo a su iglesia, y la promesa
nos pertenece tanto a nosotros como a los primeros discípulos. Pero como toda
otra promesa, se da con ciertas condiciones. Son muchos los que profesan creer
y atenerse a las promesas del Señor; hablan de Cristo y del Espíritu Santo; mas
no reciben beneficio, porque no entregan sus almas a la dirección de los
agentes divinos”. (Obreros evangélicos, pág. 301)
“No podemos nosotros emplear el Espíritu Santo; el Espíritu es quien
nos ha de emplear a nosotros. Por medio del Espíritu; Dios obra en su pueblo
"así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Filipenses 2:
13). Pero muchos no quieren someterse a ser guiados. Quieren dirigirse a sí
mismos. Esta es la razón por la cual no reciben el don celestial. Únicamente a
aquellos qué esperan humildemente en Dios, que esperan su dirección y gracia,
se da el Espíritu. Esta bendición prometida, pedida con fe, trae consigo todas
las demás bendiciones. Se da según las riquezas de la gracia de Cristo, quien
está listo para abastecer a toda alma según su capacidad de recepción”. (Obreros
evangélicos, pág. 302)
“El impartimiento del Espíritu es el impartimiento de la vida en
Cristo. Únicamente aquellos que son así enseñados por Dios, únicamente aquellos
en cuyo interior obra el Espíritu, y en cuya vida se manifiesta la vida de
Cristo, pueden ocupar la posición de verdaderos representantes del Salvador”. (Obreros
evangélicos, pág. 302)
“Dios toma a los hombres como son, y los educa para su servicio, si
ellos quieren entregarse a Él. El Espíritu de Dios, recibido en el alma,
vivifica todas sus facultades. Bajo la dirección del Espíritu Santo, la mente,
consagrada sin reservas a Dios, se desarrolla armoniosamente, y queda
fortalecida para comprender y cumplir lo que Dios requiere. El carácter débil y
vacilante se vuelve fuerte y firme. La devoción continua establece una relación
tan íntima entre Jesús y sus discípulos que el cristiano se vuelve más
semejante a su Maestro en carácter. Tiene una visión más clara y amplia. Su
discernimiento es más penetrante, su criterio mejor equilibrado. Queda tan
avivado por el poder vivificador del Sol de justicia, que es habilitado para
llevar mucho fruto para gloria de Dios. . .” (Obreros evangélicos, pág. 302, 303)
“Cristo prometió que el Espíritu Santo hablara en aquellos que
luchasen para obtener la victoria sobre el pecado, para demostrar el poder de
la fuerza divina dotando al agente humano de fuerza sobrenatural e instruyendo
al ignorante en los misterios del reino de Dios. ¿De qué nos valdría que el
unigénito Hijo de Dios se hubiese humillado, soportase las tentaciones del
astuto enemigo, y muriese, el justo por los injustos, si el Espíritu no fuese
dado como agente constante de la regeneración, para hacer eficaz en cada caso
individual lo que fue logrado por el Redentor del mundo?” (Obreros evangélicos,
pág. 303)
“Hoy día este Espíritu está obrando constantemente, tratando de atraer
la atención de los hombres al gran sacrificio hecho en la cruz del Calvario,
para revelar al mundo el amor de Dios al hombre, y para dar al alma convencida
acceso a las promesas de la Escritura”. (Obreros evangélicos, pág. 303)
Dios les Bendiga.
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